24.1.10

LATIDO

Acabo de ver "Lo que perdimos en el camino" . En ese territorio de desdichas, sufrimientos y duelos se repite una consigma que dice " hazte amigo del bien".
Y recorde a Juan Gelman

Un pájaro vivía en mí.
Una flor viajaba en mi sangre.
Mi corazón era un violín.
Quise o no quise. Pero a veces
me quisieron. También a mí
me alegraban: la primavera,
las manos juntas, lo feliz.
¡Digo que el hombre debe serlo!
(Aquí yace un pájaro.
Una flor.
Un violín.)
de "Violín y otras cuestiones"  


20.1.10

L A ESCALERA - J.CORTAZAR



Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie).
   Llegando en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.


ENTRE LA MEMORIA Y EL OLVIDO

El valioso tiempo de los maduros

Mensaje de Mario de Andrade (Poeta, novelista, ensayista y musicólogo  brasileño).
  
“Conté mis años y descubrí, que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora…
Me siento como aquel chico que ganó un  paquete de golosinas: las primeras las comió con agrado, pero, cuando percibió que quedaban pocas, comenzó a saborearlas profundamente.
Ya no tengo tiempo para reuniones  interminables, donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.
Ya no tengo tiempo para soportar absurdas personas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.
Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.
No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados.
No tolero a maniobreros y ventajeros.
Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de  sus lugares, talentos y logros.
Detesto, si soy testigo, de los defectos que genera la lucha por un majestuoso cargo.
Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos.
Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.
Quiero la esencia, mi alma tiene prisa…
Sin muchas golosinas en el paquete…
Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.
Que sepa reír, de sus errores.
Que no se envanezca, con sus triunfos.
Que no se considere electa, antes de hora.
Que no huya, de sus responsabilidades.
Que defienda, la dignidad humana.
Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.
Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.
Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas…
Gente a quien los golpes duros de la vida, le enseñó a crecer con toques suaves en el alma.
Sí… tengo prisa… por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede dar.
Pretendo no desperdiciar parte alguna de las golosinas que me quedan…
Estoy seguro que serán más exquisitas que las que hasta ahora he comido.
Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia.
Espero que la tuya sea la misma, porque de cualquier manera llegarás…”

12.1.10

CAMBIÓ EL VIENTO



Este parece un momento nuevo, y lo es,  pero también hubo antes momentos de ruptura y cambio como este. A veces pienso si estoy preparada para semejante desafío, aunque creo que uno nunca sabe cuando decide dar un vuelco,  si está verdaderamente preparado.
Lo importante es hacerlo, es arriesgarse a vivir cosas nuevas, a explorar y explorarse a si mismo y descubrir aquello que hay de nuevo en uno. Tendemos en general a buscar lo contrario, un espacio que nos mantenga “constantes”, lo constante se percibe como una muestra de equilibrio y a veces paradojalmente no es mas que una rutina de la que uno teme salir,  porque esa salida implica un comienzo. La cultura interpreta el comienzo como una etapa de pre desarrollo, como algo que hay que superar, sin tomar en cuenta que en cada comienzo uno se renueva porque de otra forma sería imposible afrontarlo.
No se si esta es una vivencia o un anhelo, de cualquier forma tiene algo fantástico que me conecta con una inquietante sensación de vitalidad, de movimiento  que dinamiza mi imaginación.

6.1.10

NACIMOS EN EL MISMO LUGAR


Cuando Guillermo Mordillo partió del barrio para hacer su camino y convertirse de a poco en un talentoso trascendente, yo era muy chica. Ya en esa época el nos habia hecho a mi hermana y a mi, un dibujo a cada una que luego mi madre enmarcó y todavía conservo.

4.1.10

EL VASO MEDIO LLENO

3.1.10

EL JARDIN DE LOS PASOS PERDIDOS


1.1.10

AUSENCIA


ANATOMÍA DE LA CARTA